Ellos viven en un condominio muy cerca de acá que tiene piscina. Así es q de vez en cuando, caemos por allá. A Pablo le encanta no sólo por la piscina sino también porque ahí está Lola, su perra amiga.
Los Trujillo practicando para hacer el upgrade...
La última vez que fuimos, cuando caminábamos por los jardines del condominio me encontré un cuenta pasos. Como buena chilena en vez de tratar de devolverlo, me lo quedé. En un principio pensé: Para que me va a servir esto!!! Pero ya le encontré utilidad. Cuando ordeno y limpio la casa me lo pongo. Entonces cuando mis niños (llámese Pedro y Pablo) desordenan, me hago la victima diciendo q tengan más respeto con mi aseo porque tuve que dar 659 pasos para que la casa se viera así. Ahahahah!
Con los chorritos de agua
Un día cualquiera Rosina me llamó para que lleváramos a los niños a una placita por ahí a la orilla del rio.
Cuando lo vi, pensé que Pablo lo iba a pasar bárbaro (como diría Rosi), pero los chorritos le dieron susto y sólo se quedó en la orilla.
Paseo a Potaoes Creek
Otra invitación relámpago a un parque como a 20 minutos de South Bend. Bonito, aunque hemos ido a parques mucho mejores. La playita era medio artificial y con olor a Pato, pero al rato ya nos habíamos acostumbrado.
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