Cumple Su

El sábado 21 de marzo nos reunimos a celebrar mi cumple, retomando la tradición abandonada el año pasado.

Los InvitadosLa delegación india, por si no se nota...
Pedro hizo un asado buenísimo, yo un par de ensaladas. Además teníamos un aperitivo de camarones muy rico y mucho, mucho alcohol para animar a los comensales.
Happy Birthday o cumpleaños feliz. Ah! Increíble! Hice las 2 tortas yo solita… Una de selva negra, con mermelada de guinda traída directamente de Chilito y q estaba bien rica, y otra de mil hojas, que fue la estrella.

Y los pisco-sour hicieron efecto... con la ayuda de una Helga y Christian, una pareja de colombianos, todos se animaron a bailar.
Mientras tanto los niños jugaban...

o bailaban.

Pero dormir...noooooooo.

Actvidades in-door

Como el exterior está vetado por las bajas temperaturas, los niños se entretienen adentro.

Pacita, que nació viendo a su papa entre libros, se entretiene leyendo historias de aventureros.
VIDEO!!!

Pablo, probablemente porque le toco dormir un par de veces en una maleta, le gusta meterse en espacios estrechos, como cajas.

Acá con su súper auto de caja. Cuantas chicas conquistará?

Pero como necesitan moverse un poco más, llegó un bus-gimnasio a la Villa para que los niños hicieran ejercicio.

La niña de atrás de esta foto se llama Ana y es nuestra vecina. A Pablo le encanta y un día por la noche se le ocurrió que quería dormir con Ana (¿?). Difícil petición. Entonces yo le explique que el casi dormía con ella porque detrás de la pared esta la cama Ana. Entonces empezó a llamarla a voz en cuello… Ups! Con la súper aislación de estos deptos. Ana pudo haberlo escuchado!

Indianapolis

El 8 de marzo partimos a Indianapolis, ubicado a poco más de tres horas al sur de Notre Dame.

(Aunque a nosotros nos tomo un poco más de tiempo, porque en la mitad del camino la dirección del auto se puso durísima. Paramos en una bomba, por supuesto que miramos pero no cachamos para nada cual era el problema y luego vino el milagro… un tipo se nos acercó, dio el diagnóstico, sacó una correa por ahí y nos recomendó ir hasta el siguiente pueblo a comprar un repuesto. En fin, eso alargó el viaje como en dos horas… la famosa correíta no era fácil de encontrar y cuando ya la teníamos no había quien la pusiera. Sears nos salvó. (Es como si Falabella tuviera también talleres mecánicos))

Indianápolis es la capital de Inidana, donde también está Notre Dame. Su población es de 791.926 habitantes, siendo la 14. ciudad más grande de EE.UU.

Lo primero que hicimos fue ir al museo de los niños (Children's Museum of Indianapolis), el museo más grande de niños en el mundo.

Será de niños, pero eso no quita que los grandes disfrutemos como ellos.

El detalle más lindo de este edificio es el reloj de arena a mano derecha.

El centro de la cuidad estaba salpicado de estas esculturas hechas de neumáticos reciclados, para honrar su tradición en carreras de autos.

City hall, construido en 1962.

Pablo preparándose para los futuros discursos políticos en defensa de los derechos civiles de los niños del mundo.

Legislando.

Monumento a los Soldados y Marineros, cosntruido en 1888.

Ojo el detalle de la banca.Desde el cielo.
Igual hacia un poco de frío, pero no tanto porque la parka de plumas se quedó en el hotel.

El Canal Walk es una parte del canal histórico central, proyecto del principio del siglo 19 diseñado para facilitar el comercio.
Este es el Museo de la Fama de la autopista de Indianapolis donde se corre la Indy-500.

Muchos autos maravillosos.

Pedro de piloto.Un piloto bebía con frecuencia suero de mantequilla para refrescarse. Era algo que le había enseñado su mamá y en 1936, al conseguir su tercer triunfo en la Indy 500 nada le pareció más natural que refrescarse en el podio con esa bebida. Un ejecutivo de la industria láctea vio en el periódico del día siguiente una foto de lo ocurrido y creyendo que era leche, quiso asegurarse de que la celebración se repitiera cada año a partir de entonces. La leche se convirtió así en uno de los elementos en la Línea de la Victoria entre 1937 y 1941, hizo una breve aparición en 1946 y regresó de forma casi permanente en 1956.

Al día siguiente fuimos a Bloomington, a conocer la Universidad de Indiana.

No son pajaritos lo que ustedes ven posando en este árbol. Son zapatillas.
La idea detrás del árbol de zapatos es que cuando un hombre pierde su virginidad, toma un par de zapatos y los tira.

Una casa de hermandad, igual que en las pelis.

Algo gratis en este mundo... Abrazos (Free Hugs)